Let it go <Helga Hufflepuff> +18

Últimamente mis días en Hogwarts resultaban un poco insoportables. Primero, Godric con Rowena y su situación amorosa me resultaban algo más intolerable de lo que podía aguantar. El hombre se pone imbécil con el amor, eso estaba más que claro, pero ver al mago que alguna vez había considerado apropiado para realizar el proyecto de la escuela mágica, enamorado, era casi inpensable para mi.
Como siempre, Godric, Rowena y Helga se reuzaban a aceptar mis exigencias en el castillo. El mismo, estaba repleto ahora de lo que para mi resultaba un plaga de impuros. Los mismo hijos de los que nos perseguían estaban en nuestro castillo, educandolos y recibiendo educación que no merecían. –Lo que dices es asqueroso, Salazar-, escuchaba sus comentarios en mi mente y negué con la cabeza desechando la idea de que mis ideales no eran correctos como decían. Nuestras discuciones jamas habían llegado a duelos, tampoco era idiota. Godric, es bien conocido por su habilidad en los duelos, pero nuestras discuciones retumbaban en las paredes.

Hoy, para variar habiamos discutido a tal punto de que si no me marchaba del aula le lanzaría algo con mi magia y Godric respondería con Rowena de su lado, pero Helga de seguro no sabría como pararnos. Me marché, me marché del aula y lo dejé ahí con la vena de la cien hinchada de rabia al oírme llamar sangre sucia a los mestizos que quería educar.
Bajé las escaleras dispuesto a tomar aires familiares de las mazmorras que me recordaban a los pantanos con sus tonalidades verdosas y su fuego verde que iluminaban los pasillos, mi idea, por supuesto. Pasé por las puertas de las cocinas y me apoyé en esta cerrando los ojos y soltando un suspiro agotado, luego, fruncí el ceño y abrí los ojos al ver que me había quedado completamente solo.

A pesar de que lo que me decía parecía ser impropio de mi me pareció una loca idea que había vagado en mi mente y no la había formulado por el hecho de mantener mi apariencia de cuerdo y poco aventurero, esas cosas eran más bien propias de Godric que de mí, pero por otra parte me parecía divertido si era con Helga, ella era confidencial aunque estaba seguro de que estaba perdiendo puntos de cordura con ella.-Suena extraño, pero me vendría bien. Por los viejos tiempos-Dije asintiendo una sola vez con la cabeza de forma pausada y lentamente. Tal como había pensado la amabilidad conseguía muchas más cosas.

Me quité la túnica negra de los hombros cuando me preguntó si venía con ella, y acto seguido me puse en pie al igual que ella dejando mi capa caer entre sus hombros semidesnudos. Mi traje formar de un terciopelo verdoso se dejó ver. Un saco sin mangas que se ajustaba a mí y una corbata verde como si de piel de serpiente se tratase decoraban mi pálido aspecto normal.-Voy, Helga-Le respondí tendiéndole el brazo nuevamente para acompañarla esta vez a la Torre de Astronomía.

Al entrar al castillo, el aire tibio te calaba los huesos de una forma reconfortante y me sentí más a gusto que en lago aunque sentía que mi ropa liberaba un olor a tabaco que me delataba.-No puedes estar en un lugar demasiado tiempo-Le dije algo cómplice con una diminuta sonrisa burlesca entre los labios. Subíamos escaleras y poco a poco entrabamos en calor nuevamente.

Vi como se quitaba su tunica y la colocaba sobre mis hombros,lo que me hizo sentir pronto su calidez y su olor,mezclado con el tabaco que acaba de fumar.-Gracias Salazar-le dije con un tono amable y volvi a tomar su brazo,para ir caminando hasta el castillo.
Pasamos por los pasillos,como sombras,pero cuando la luz de las antorchas dio en su ropa,pude verlo bien por completo.Era un hombre bellisimo,a mi parecer,siempre vestido de una forma aelegante verdosa,que hacia resaltar el color de su pelo y su piel.-Me gusta tu corbata,muy propia de tu casa.-Le dije casi en un susurro,mientras lo miraba de reojo,no queria que me cazara haciendo un chequeo comopleto,no era propio de mi ser una descarada,aunque Rowena me chillara que debia serlo.
Nos dirigiamos por las escaleras que subian a la torre y negue con la cabeza pero el tenia razon,no podia parar quieta en un sitio demasiado.-Vale,lo confieso,no se parar quieta,necesito moverme cada poco.-le dije con una leve sonrisita mientas abria la puerta del aula y soltaba su brazo.
Movi mi varita y en apenas unos segundos unas mantas enormes aparecian por la ventana abierta y dos almohadones de plumas.
-Toma la tuya-le dije tendiendole su almohada para agacharme y colocar la manta que quedaria bajo nosotros,y la coloque con cuidado,dejando la manta para taparnos donde deberiamos estar separados ambos y coloque mi almohada,sentandome en la amnta para quitarme los zapatos y acomodarme sobre la manta,su capa era tan calida y suave que no me la quite,solo la hice cubrir por completo mi cuerpo.

Casi sonreí al escuchar su comentario sobre mi corbata, era una manía mía eso de escoger cosas similares a las cosas que identificaban el escudo de mi casa en Hogwarts, como por ejemplo aquella corbata que había sido cambiada con magia para que pareciese mas a la piel del animal con el cual podía hablar.-Eres la primera que lo nota…-Dije repitiendo sus palabras anteriormente dichas en las orillas del lago-O la primera que se atreve a decírmelo-La miré fugazmente con una sonrisa que borraría cuando ella mirase.

Cuando llegamos al aula extrañé un poco el calor que transmitía Helga al estar en contacto conmigo por sobre mis ropas. La observé mientras parecía toda una mujer hiperactiva acomodando todo para ella y la imité luego dejado la almohada que me había lanzado anteriormente y la dejé en el suelo para recostarme cerca de ella, con la cabeza mirando hacia arriba y sobre mi espalda.-Esto es ridículamente infantil-Le dije una vez estuvimos ahí recostados los dos, parecíamos volver a tener diez u once años de edad-Me gusta.-Dije claramente un poco avergonzado y orgulloso a la vez, casi me sentía propio de estar haciéndole compañía.

Alcé una ceja cuando me llamó de aquella manera tan… mugglemente extraña, pero de la cual sabía su significado, sin embargo no me esperaba esas palabras en su boca.-Nunca lo fui-Le dije ignorando su metida en el papel de niña puesto que yo también me estaba sintiendo así en aquellos momentos.-Nunca fui revoltoso, nunca me permití ser infantil ni… niño-Reí un poco de mis palabras que a la vista de Helga resultarían preocupantes quizá, pero para mí no eran más que hechos que ya no tenían la mínima importancia para mí.

Cuando Helga posó su mano sobre mi sostuve si mano y acaricié con algo de pudor el dorso de su mano retenida a pesar de que no hacía fuerza aún por quitarla de mi.-No me des las gracias. Me has llevado a ser niño de verdad, me calmaste de la ira de mi mismo y ahora me regalas este paisaje que jamás habría hecho ni solo ni con alguien más… debería ser quien agradeciera.-Fruncí un poco el ceño-Que sea nuestro secreto.-Dije viéndola de reojo a pesar de que me daba la sensación de que me encontraría con su mirada… ¿Asustada?, quizá… no lo sabía

Lo escuche hablar asi de sus infancia y suspire,no conseguía imaginarme eso que el me decia,pero lo cierto era que viendo al Salazar actual,quedaba claro que otra cosa seria imposible en el.Estaba siendo sincero y parecia estar comodo con hablarlo,pero tampoco lo pincharia para que dijera mas de lo que el gustaba de decirme,era como ese codigo para hablar con el.
Lo mire con una media sonrisa cuando eso el me decia,cosa que me hacia sentir feliz,porque el me permitia conocer eso y que deveras duera estando conmigo.-Bueno pues dejemoslo en tablas por hoy,pero solo por hoy.-le dije en un tono suave,sintiendo la carica de sus dedos en la palma de mi mano,cosa que me hizo,estremecer un poco,haciendo que el frio de sus dedos de un modo realmente calido.Lo mire y me cruce con su mirada y asenti.-Nuestro secreto-le dije casi en un susrro mirando sus ojos,sintiendome relajada por estar asi de comoda con el,asi que cerre mi mano sobre sus dedos,dejando que nuestras manos se acariciara,como si aquello fuera lo mas normal del mundo,pero no lo era para ninguno de los dos,pero mire a la luna,no queria ver si el apartaba su mano de e forma brusca,seria mas facil de disimular.

Como había esperando nuestras miradas se habían cruzado en aquel instante y la oí hablar tan claro a pesar de que ella había susurrado. El silencio en el aula era tal que hasta me pareció incomodo en algunos momentos, pero era relajante y casi podría haberme quedado dormido allí mismo si es que hubiese estado solamente yo en el aula. Metí mi mano al bolsillo en busca de mi varita sin soltar la mano retenida de Helga y con un movimiento corto de la varita cerré la puerta del aula con seguridad para que nadie molestara y los ruidos de los alumnos de pisos más abajo no llegasen hasta nosotros, aunque dudaba que nos escuchásemos mutuamente.

Sentí que su mano se movía y llegué a pensar que la retiraría con algo de rechazo o quizá llevándose ese pensamiento de mi que había perdido la cordura o algo, pero no, me devolvió la caricia con algo de ternura mezclada en el gesto y desvió la mirada hasta los astros por lo cual deduje que le pasaba como a mí, lo más seguro era que también pensase que yo fuese el que retirase el afecto, era más propio de mi que de ella hacer eso.- ¿Y ahora?-Le pregunté luego de un momento de silencio mientras jugueteaba con sus dedos.

Se sentia raro sentir asi los dedos de Salazar,era una sensacion relajante pero al mismo tiempo nueva y extraña,pero no quise decir nada que el pudiera notar,asi que simplemente suspire y negué con la cabeza a su pregunta.-No lo se,digamos que mueves un peon a territorio enemigo y lo respeto,protegiendolo.-Le dije acariciando yo ahora sus dedos,pero sin movimientos bruscos si no con suavidad y cuidado.
Suspire y cerre los ojos levemente apontocando mi cabeza mejor en la almohada,y sintiendo el filo de su tunica rozar mi mejilla y me sonroje,de seguro el debia de tener frio,asi que deje escapar un leve suspiro.-Soy una idiota deberia de darte tu tunica,debes de tener frio y yo ando con ella como una idiota.-dije algo avergonzada,pero sin soltar mis dedos de los suyos de forma suave.
En realidad no queria quitarme su tunica,me sentia protegida del frio y cualquier cosa con ella,su suavidad y calidez,demostraban caracteristicas que no sabia porque,pero de cierto modo desaba que el tuviera,al menos que lo pareciera como ahora.

Suspiré cuando me dijo lo del peón. No era necesario que le respondiera a aquello, sabía a la perfección a lo que se refería con eso, o eso creía puesto que suponiendo uno no conseguía muchas cosas. El silencio reinó nuevamente, pero para mí no resultaba ser un silencio incomodo puesto que me sentía relajado solamente con escuchar el silencio de la noche y los murmullos casi inaudibles bajo varios pisos de nosotros, aunque por parte de Helga sentía su mano algo tensa o nerviosa. Quizá estaba incómoda por la situación y no la culpaba.

La sentí acomodándose y luego la escuché con lo de mi túnica. Yo estaba con las manos heladas, como siempre, pero si ella no lo hubiese mencionado ni cuenta me hubiese dado de que estaba helado completamente.-No te preocupes, no tengo frío-Mentí por cortesía, pero luego le solté la mano con algo de brusquedad y me acerqué a ella puesto de que estaba seguro de que no se tragaría eso de que no tenía frío estando solamente con una camisa y un saco sin mangas-Espero no incomodarte-Le dije mientras me acercaba a ella y sacaba un parte de mi túnica para cubrirme también sin quitarle demasiada tela.

Lo escuche y abri los ojos negando con la cabeza,pero suspire ,algo asustada cuando solto mis dedos.Me temia que le hubieran molestado mis palabras,o tal vez que lo tocara de esta manera,suspire y me fui a incorporar pero en apenas segundos el estaba cubriendose un poco con la tunica,y respire aliviada cuando hizo eso.
-Estas helado-le dije al ver como temblaba y me incorpore no molesta porque el hiciera eso,era lo logico,si no para retirarme la tunica lo mas suavemente que pude y se la tendi.-Toma querido,aqui justo tengo una manta-le dije tomandola para taparme,ahora estaba realmente sonrojada por haberle dejado pasar frio.
Abajo podia escuchar algunos alumnos,pero no permitiria que eso rompiera el momento ni mucho menos,asi que suspire y volvi a mis pensamientos ya que nosotros jamas habiamos estado tan cerca el uno del otro,aunque tenia mas trato con el que con Godric,no sabia como habiamos acabado alli tumbados sobre la manta,parecia extraño,pero me gustaba la idea.-Ahora casi te hago el jaque mate-dije intentando seguir bromeando con lo del ajedrez,por como casi lo dejo morir de frio sin darme cuenta,mientras añoraba ahora sus dedos jugando con los mios.Mis manos siempre estaban calientes y ahora extrañaba no sentir los suyos,frios entibiando mi piel.

Cuando mencionó que estaba helado no dije nada, estaba acostumbrado al frío y más que nada si temblaba ligeramente era por mera reacción del cuerpo más que nada, aunque ella ahora debía de haber sentido el contraste de temperatura al haberme metido yo en su espacio que estaba reconfortantemente abrigado. Al meterme ahí, más cerca de ella, sentí un claro reconforte de estar ahí y no me arrepentí de meterme más cerca puesto que era bastante agradable sentir su calor corporal que emitía inconscientemente.

Helga sacó una manta y la miré frunciendo un poco el ceño. Estaba sonrojada completamente y sus mejillas no la ayudaban demasiado puesto que a pesar de que no había demasiada luz, se notaba el color rosado en ellas. Negué con la cabeza con su chiste del ajedrez y sonreí ligeramente, como siempre, aunque quizá si me hubiese visto a mi mismo quizá podría haber notado que mi sonrisa no había sido tan desagradable como en otras ocasiones.-Me muero de la risa-Dije con sarcasmo cubriéndonos con la manta que ella me había cedido y la puse sobre ambos rodeándola con mi brazo para que lo usara de almohada aunque quizá imaginé la cara de Godric y Rowena mirando aquella escena. De Chiste.-No quiero dormir-Le dije con voz suave, a pesar de que mi voz no lo era precisamente de las más amables que se podían escuchar.

Me parecio ver una sonrisa dibujandose en sus labios y sonreia a media boca,tal vez era cosa mia pero Salazar me habia sonreido y yo me sentia ahora como una tonta por ello,ya que eso era nuevo.
Lo deje arroparnos y me sorprendio que su brazo me lo ofreciera como almohada,pero lo acepte gustosa apoyando mi mejilla sobre su pecho,escuchando el latir de su corazon,de forma suave y estridente,pero eso solo me relajaba,asi que deje que un brazo pasara sobre su abdomen.
Escuche sus palabras y me estremeci un poco perdida y alce mis ojos buscando los suyos pero solo conseguía ver su menton y suspire.-entonces que deseas hacer?-le pregunte en un susurro inocente,dejandome mercer por la nana que tejia el latir de su corazon.
Habia olvidado por completo mi lectura programada por la mañana y ver a mis alumnos antes de que durmieran,pero estaba demasiado comoda como para importarme ahora eso en abosluto.

Sentía el calor de su cuerpo y de las mantas envolviéndonos poco a poco como si de fuego prendiendo se tratase. El calor nos iba invadiendo mientras estábamos así de cerca y no podía parar de imaginar que lo que estaba haciendo era como algo así como una travesura a escondidas de todas las miradas. Era como un niño travieso e insolente que desafiaba a los estereotipos que tenían de mí en aquellos momentos, de hecho, me sentía completamente quebrando la imagen de hombre severo que tenía. Helga parecía tener la misma idea en la mente puesto que pasó uno de sus brazos por mi abdomen y el calor terminó de ser reconfortante a ser placentero. La sonrisa se borró de mi rostro al oírla romper el silencio que nos daba comodidad a la situación mientras nos estábamos dejando llevar por lo que iba pasando.-Ya no sé nada de lo que quiero hacer. Te deseo, eso está claro, pero no sé lo que quiero. Siempre he tomado todo lo que he querido y ahora que te tengo aquí, Helga, no sé si reclamarte o alejarme.-Le estaba diciendo cada pensamiento más íntimo y por un momento me sentí avergonzado, pero luego, orgulloso de mi propia vergüenza mantuve la compostura. No era un crío que tenía que andar sonrojándose por estupideces. Estaba furioso en ese entonces. Furioso conmigo mismo por dejarme llevar al tal punto que me gustase, así que al verla subir su mentón la sujeté ahí, con algo de suavidad-Me siento inalcanzable contigo ahora, lo tengo todo-La besé. Con fuerza y algo de pasión entremezclada casi sintiéndome como si ya no fuese dueño de mí.

Lo escuche hablar,quedandome un poco confundida,ya que el jamas me habia hablado de si sentia cosas,y que me deseara me dejaba un poco turbada ya que yo era una chica normal,que siempre habia gustado de pasar desapercibida lo maximo posible.
No me aparte de el,estaba realmente comoda y solamente queria estar asi,apoyada en su pecho acariciando su cintura,con le rozar de mi brazo.Tome aire y cerre los ojos levemente,negado sutilmente cuando dijo eso,me costaba creer sus palabras,pero una parte de mi queria que fueran ciertas palabras y sobre todo que fueran sentimientos.
Me tomo por la barbilla y me beso,cosa que me hizo estremecerme por completo,pero le respondí sintiendo como sus ansias y su pasión se apoderaban de mi para responderlo de la misma forma,mientras me invadía la sensación de seguridad máxima al hacerlo.
Subí mis dedos por su pecho hasta acariciar su mejilla y su leve barba,jamas lo había tocado mas del brazo y ahora me estaba besando y yo respondiendo,mientras me olvidaba definitivamente centrándome solo en besarle de esa forma.-Salazar...-musite separándome de sus labios con algo de cordura que no quería para este instante.-no soy un capricho que desees.-Suspire y me incorpore quedando sentada sobre la manta,aun algo turbada.
Mi respiración parecía el Expreso de Hogwarts, así que cerré los ojos y me incorpore quedando de pie ante el.-Debo marcharme mis alumnos me andan esperando seguro.-le dije colocándome el pelo,pero sin saber bien como salir de allí,ya que me había gustado como había transcurrido la noche.

Volvía a sentirme como un crio, como un crio que había conseguido lo que quería. A ese niñato le habían dado en el gusto y le habían cedido el dulce que tanto había pedido y lo estaba reclamando como suyo, lamiéndolo y saboreando el momento, caprichoso y arrogante. Sin embargo, aquella sensación glorificante no duró demasiado. Si bien Helga me había correspondido en un momento, luego su mente sensata le ganó la batalla a su cuerpo, que temblaba de gusto al recibir tal pasión. La observé cuando se sentó e incorporó aparentemente recuperando la cordura. Fruncí el ceño al ver que mi presa se había escapado cuando aún tenía los labios latiendo, ansiosos por más. La miré de abajo a arriba cuando se puso en pie delante de mí y sonreí de lado, bufando ante su absurda excusa por tener que marcharse.-Que esperen, entonces-Le dije sentándome también como había hecho ella anteriormente y me puse en pie también y le tomé ambas manos, con movimientos felinos tal cual rodea a su presa.
Me quedé pensativo un momento mientras no pensaba soltarla, pero estaba seguro de que mi comportamiento no era de su total comodidad, después de todo, ella era la buena de esta historia y verse conmigo así debía perturbar sus pensamientos, estaba seguro de ello.-¿Qué quieres ser, entonces?-Le pregunté mientras sentía como poco a poco mi ritmo cardíaco volvía en sí.

Lo observe negando con la cabeza contrariada,tragando saliva,sintiendo como aun su túnica abrigaba mi cuerpo,acariciando mis hombros desnudos y mi espalda de una forma maravillosa.
Vi como se sentaba y después se levantaba para quedar frente a mi ,lo que me hizo morderme de forma suave el labio,de forma inconsciente mientras lo miraba,pero no ejercí resistencia a tomar sus manos como el hacia,y dejar de nuestros dedos se acariciaran.
-Los tengo acostumbrados a darles las buenas noches.-A veces creía que los trataba como a hijos,estaba pendientes de todo con ellos,tal vez era por mi falta de hermanos,pero era así.
Lo mire a los ojos y suspire,sin dejar de sentir su mirada,la cual me parecía la mejor que había conocido jamas,pero justo me estaba dando cuenta ahora.
Era complicado responder a su pregunta y mas cuando me transmitía tantas cosas que me hacían sentir confusa,pero plena.-Alguien que quieras y protejas,alguien que trates como a mi esta noche.-Le dije bajando mi mirada al suelo,suspirando de forma suave y sabiendo que el rubor subía de nuevo a mis mejillas.-Algo que no quieras perder...-musite sin saber muy bien como me atrevia a decirle eso.

Casi no escuché como continuaba con sus excusas de que querer darles las buenas noches a sus estudiantes, aquello me parecía absurdo aunque estaba casi seguro de que ella lo hacía de vez en cuando o quizá siempre, quien sabía, esta no sería la noche en que eso pasara.-No me importa que le des las buenas noches, son adolescentes y casi todos tienen padres para eso, en casa.-Le corté el tema casi fastidiado aunque sabía que eso no me llevaría a ninguna parte se lo dije de todas maneras puesto que la tenía ligeramente acorralada.

La observé detenidamente cuando ella se esforzaba por responderme. No esperaba que me respondiese tan sincera, pero claro, esa no eran las cualidades que la definían y tal como se describía me respondió, casi con tanta valentía como Gryffindor.-Algo que no quiera perder…-Me quedé pensativo un breve momento traspasando con la mirada sus pupilas como si le leyese el pensamiento-Siempre había oído a los amantes decir: “Si lo amas, déjalo libre”-Miré su reacción ante mis palabras y luego bufé-Siempre pensé que eso era lo más estúpido que podían llegar a pensar.-Le dije soltando una de mis manos y empujando con ella mi túnica de uno de sus hombros, la cual, sedosa, se resbaló sin problema por sus hombros, casi acariciando el poco de piel desnuda y sonreí, sensual.

Era cierto lo que decía de mis alumnos,pero ya era casi una costumbre que había adquirido desde que llego el primero bajo mi tutela,era como un ceremonial,pero ahora no podía pensar en ello,de seguro mis prefectos se encargarían de ocuparse de los mas pequeños,siempre lo hacían aunque yo estuviera delante y sin mi podía estar segura de que seguro lo seguirían haciendo.
Lo escuche repetir mis palabras en su boca,sonaban melodiosas y suspire,sin soltar mis dedos de los suyos,me podía bañar en sus pupilas sin miedo y eso me relajaba muchismo.-Los amantes a menudo dicen cosas solo para probar al otro.-Le dije con tono suave,mientras sentía como su túnica se deslizaba por mis hombros y caía al suelo,sobre las mantas.
Alce mi mano,perdiendo un poco el decoro a tocarlo,a la vez que mi cuerpo sentía pequeños repelús,bien sabia como podía acabar esto,pero alargue mi mano y la pase a su nuca,para cerrar mis ojos y buscar sus labios, besándolo de forma suave,casi contemplativa,mientras mi cuerpo se pegaba mas a al suyo,buscando el máximo contacto con el,deseosa de sus labios pero sin prisa,solo la urgencia en mi interior.

Poco me costaba mantener la compostura cuando se trataba de Godric, teníamos demasiadas diferencias mutuamente, pero con Helga se podría traducir a algo similar sin el deseo de matarla o tener tratos hostiles. Estábamos tan en desacuerdo y a la vez coincidíamos en muchas cosas que nos hacían estar en la situación que estábamos ahora mismo. Cerré los ojos cuando pasó sus brazos desnudos por mi cuello y enredaba sus dedos aún tibios en mi nuca de forma pasional. Jamás me lo hubiese esperado hasta hace una hora atrás, definitivamente. Me sorprendía el modo de que unas pocas acciones cambiaban el curso de lo que tenía previsto. Ella se pegó a mí y yo la ayudé en eso sujetándola por la cintura y soltando su mano juguetona. La apegue con una mano y brazo y con la otra acaricié su mejilla para luego deslizar mis dedos fríos por su hombro y bajar su vestido el cual me dejó ver una parte de sus pechos cubiertos por su ropa interior.

Cuando soltó aquel suspiro ansié como nunca oírla gemir del placer por mi causa. Su suspiro había detonado ese deseo en mí, pero cada gesto cada movimiento parecía ser en cámara lenta y a su vez repleto de adrenalina recorriéndonos el cuerpo. Mi cuello palpitaba en señal de delatarme por mi pulso acelerado. En otra situación ya estaríamos acabando mutuamente y me habría marchado, pero algo me mantenía ahí parado junto a ella mas pegados que nunca haciendo de cada gesto una sensación. Me dediqué a contemplar el sostén que llevaba puesto aquel día. Era sensual, erótico, que casi no podía creer que ella llevase esas prendas.
Le sostuve la mirada cuando la alzó, serio, pero sensual manteniendo el ritmo de la situación y cerré los ojos cuando decidió besar mi cuello suavemente mientras sentía como sus manos ansiosas deshacían el nudo de mi corbata el cual le ayudé a sacar y luego me la quité del cuello intentando no ser demasiado brusco y besé nuevamente sus labios-Quédate conmigo esta noche-Le dije casi como si fuese una súplica aunque estaba cargado de orden. Acto seguido, sin dejarla responder, la besé nuevamente ansioso del calor de sus labios y le bajé el vestido hasta la cintura sintiendo el desnudo pecho de ella chocar contra mi saco sin mangas, con el cual me sentía que era un estorbo, pero me gustaba estar así con ella así que la cargué a la altura de mi pelvis y caminé con ella encima posándola en una mesa cercana.

Deje que el acabara quitandose la corbata,para ayudarlo despues a dejar caer mi vestido al,suelo,del cual saque sutilente mis piernas,quedando en los tacones y la lenceria negra de hilo que habia decidido ponerme esa mañana.No tenia pensado enseñarsela a nadie,pero me sentia sensual llevandola,y ahora el me la quitaria con sus vigorosos dedos,solo de pensarlo me estremecia y no dude en rodear su cintura cuando el me jalo.
-No pienso hacerlo-le susurre acariciando con la yema de mis dedos su mejilla,para despues dejarme llevar hasta la mesa,la cual estaba un poco fria,pero no me queje,ya que mi cuerpo estaba mas que calido por su roce y el tenerlo asi,ni en mis mejores sueños pasaria esto.
Le continue el beso y baje mis manos para sacarle el chaleco y lo hice subir los brazos para sacarlos,mientras lo miraba con deseo,a eso ojos que me mataban.
Cerni mas mis piernas a su cintura y lo pegue a mi,lo maximo posible sintiendo su sexo empujando el mio bajo las ropas,las cuales empezaban a estar mas que de sobra,pero antes queria sacarle la camisa,mientras me rozaba de forma circular contra su sexo.-Te deseo-le dije mientras mis manos abrian el ultimo boton y mis uñas pasaban a rozar la piel de su trabajado abdomen,el cual me hizo palidecer y apretarlo con algo de violencia contra si sexo,gimiendo de pensar como seria sentirme penetrada por el.

Observé su desnudes en la ligera oscuridad que nos rodeaba únicamente iluminados por la luz que emitía la luna sobre nosotros. Al ver a Helga casi hubiese pensado que estaba lista para este encuentro, pero una parte de mi se alegró de pensar que quizá era siempre vestía así con su ropa interior. Me quitó el saco y ayudé a aquello lanzándolo a un lado cuando este salió de mi cuerpo sin importarme realmente donde caería o si se ensuciaría con el polvo del suelo. Lo aparte, ansioso de no perderla de vista. La miré, lujurioso y ella me vio a su vez en una mirada que nunca había visto en ella y que me ponía cada vez más.
Helga se unió a mi apegándose ella misma mientras me desbotonaba la camisa que me quedaba ahora y a su vez yo mismo aproveché de desbotonarle el brasier sin demasiada demora mientras sentí con el roce de sus pechos con el mío el clic que indicaba que el brasier estaba listo para ser retirado. Sus palabras fueron como una chispa que me prendió por completo sintiendo casi como si fuese a explotar en mis pantalones.-Lo sé…-Le susurré cargando mi aliento caliente en su oído y mordiendo el lóbulo de este luego mientras su primer gemido me enloquecía completamente. Abrí la boca ligeramente y luego la cerré tratando en vano recuperar la cordura. Ya era tarde.

La separé de mi un breve instante y la empujé para que quedase de espaldas apoyada sobre la mesa con sus piernas rodeándome, lo cual aproveché para admirar su cuerpo bien proporcionado mientras bajaba el cierre de mi pantalón para dar espacio a mi bóxer abultado. Me acerqué a ella sin dejarla levantarse y lamí uno de sus pechos-No sabes cuánto te deseo, Helga. No te haces ni la más mínima idea-Adiós a mi miembro cubierto por la tela de mi ropa interior. Mi miembro erecto rozaba su sexo cubierto por esa fina tela negra que había llegado a ser lo único que decoraba su cuerpo. Solamente me bastaba con apartar la tela a un lado y la penetraría, con la fuerza de un río salvaje.

El no tardo mucho en soltar mi sujetador,para dejarlo caer a un lado,poco me importaba donde cayera,solo me importaba su contacto,su mirada y todo lo que el me pudiera dar.
El deseo recorría cada rincón de mi cuerpo, concentrándose en mis pechos y mi sexo,los cuales se morían por ser tocados y devorados por el,como ahora mismo estaba haciendo en mi oreja,cose que me hizo morder mi labio para mirarlo a los ojos.
Observaba cada uno de sus movimientos y me acomode sobre la mesa,mirando como el se sacaba el pantalón,por lo que abrí un poco mis pies,para dejarlo caer al suelo y poderlo ver,pero mordí mi labio al ver en la penumbra su sexo,lo que hizo aumentar aun mas mi lujuria por el,jamas había pensado que Salazar,pudiera guardar eso bajo los boxers.
Alce un poco mi cadera y mi espalda,cundo su boca rozo uno de mis pechos,con esa lengua que demostraba mas de lo que hacia normalmente.-No te demores,hazme tuya.-Dije con una voz casi gutural,la cual calle cuando vi realmente su sexo,me moría por tenerlo dentro de mi.
De ese modo me solté de su trasero y con la ayuda de mis manos,saque mis finas bragas,agradeciendo haber sido tan precavida la noche de antes, parecía que me había preparado para este encuentro con el.
Ahora odiaba haber quitado la corbata de su cuello,no podía tirar de el,pero mis pies me ayudaron a que quedara entre mis piernas rozando con su grueso sexo,sobre mi clítoris,lo que me hizo rozarme un poco.
Deje que mi varita bajara desde su atadura a mi mano y pensé el hechizo para proteger su sexo,pero la hice subir de nuevo mis gotas bastarían,y lo quería sentir a todo el en mi.-Tómame ya.-Le dije acariciando mis pechos con mis manos,haciendo cierta presión en mis pezones.