Let it go <Helga Hufflepuff> +18

Últimamente mis días en Hogwarts resultaban un poco insoportables. Primero, Godric con Rowena y su situación amorosa me resultaban algo más intolerable de lo que podía aguantar. El hombre se pone imbécil con el amor, eso estaba más que claro, pero ver al mago que alguna vez había considerado apropiado para realizar el proyecto de la escuela mágica, enamorado, era casi inpensable para mi.
Como siempre, Godric, Rowena y Helga se reuzaban a aceptar mis exigencias en el castillo. El mismo, estaba repleto ahora de lo que para mi resultaba un plaga de impuros. Los mismo hijos de los que nos perseguían estaban en nuestro castillo, educandolos y recibiendo educación que no merecían. –Lo que dices es asqueroso, Salazar-, escuchaba sus comentarios en mi mente y negué con la cabeza desechando la idea de que mis ideales no eran correctos como decían. Nuestras discuciones jamas habían llegado a duelos, tampoco era idiota. Godric, es bien conocido por su habilidad en los duelos, pero nuestras discuciones retumbaban en las paredes.

Hoy, para variar habiamos discutido a tal punto de que si no me marchaba del aula le lanzaría algo con mi magia y Godric respondería con Rowena de su lado, pero Helga de seguro no sabría como pararnos. Me marché, me marché del aula y lo dejé ahí con la vena de la cien hinchada de rabia al oírme llamar sangre sucia a los mestizos que quería educar.
Bajé las escaleras dispuesto a tomar aires familiares de las mazmorras que me recordaban a los pantanos con sus tonalidades verdosas y su fuego verde que iluminaban los pasillos, mi idea, por supuesto. Pasé por las puertas de las cocinas y me apoyé en esta cerrando los ojos y soltando un suspiro agotado, luego, fruncí el ceño y abrí los ojos al ver que me había quedado completamente solo.

Su voz, cargada de lujuria me volvía loco. Podría jurar que estaba arañando el cielo con la uñas, pero aún faltaba algo; sus bragas. Sus dedos ansiosos se las quitaron por si solas sus bragas y las había dejado cae en un sonido que nunca llegué a escuchar puesto que estaba al pendiente de ver su sexo, mi objetivo, en el cual me moría por adentrarme hasta que gimiera mi nombre con rabia.
Me arrastró hasta hacia ella y sonreí a media boca triunfante al sentir el roce entre ambos sexos. Moví mis caderas con el afán de rozar mi miembro contra el suyo de arriba abajo usando la punta de este como estimulador en su clítoris donde suponía sentían placer. Observaba su expresión en cada cosa que le hacía, deleitándome.
Cuando ella se dispuso a tomar su varita se la quite y la arrojé lejos de nosotros sin ver donde caía y sus palabras retumbaron en mis oídos con sumo placer por concederle aquella petición que había estado ansiando. Verla acariñando sus pechos me hacía enloquecer y me uní a una de sus manos y comencé a penetrarla de una sola vez mientras sentía como una oleada de placer me invadía por completo. Cerré los ojos y comencé a embestirla para luego volver a abrirlos y ver su expresión contrariada primero en una mueca de dolor y luego a una de placer, habíamos roto el primer obstáculo.

Mi varita salio disparada de mis manos,por su culpa,pero la escuche caer cerca no demasiado fuerte,cosa que me tranquilizo bastante.
Lo mire a los ojos cuando su mano se poso en mi pecho,retirando mi mano para dejar que el tomara su lugar,estremeciéndome de placer por el roce que hacia en mi sexo,el cual me hacia gemir.
-Ah!-Guille,cerrando los ojos al sentir con la brusquedad que entraba en mi,si bien estaba lista,no esperaba esa violencia por su parte aunque la deseaba ansiosa.Abri los ojos y lo mire,encontandome con sus ojos,que dejaban ver la lujuria y desenfreno del momento.
Cualquier pensamiento que pudiera tener,salió de mi cabeza,para dejar paso al placer que el me estaba dando en este mismo momento,y todo el que quedaba.
Presione con mis talones su trasero,pasando mi mano a estimular mi clítoris,de forma casi incosciente,deseando el máximo roce posible,mientras de mi boca solo salian gemidos de placer,quería poder tocarlo.Me ayude con mi mano para incorporarme un poco,y quedar sentada al filo de la mesa,atrapando sus labios en apenas segundos con los mios para besarlo de forma violenta e intentar callar mis gemidos en sus labios y su lengua.

Escuché su gemido y este llenó mis oídos y me estimuló con gran placer, era como música para mis oídos y la sentía completamente mía mientras me deleitaba con su figura sostenida ligeramente por mis brazos a pesar de que ella estaba apoyada en la mesa me gustaba mantener el contacto de todo su cuerpo con el mío. Sus grandes pechos me rozaban mi torso desnudo y estos se movían al compás de mis embestidas contra sus caderas. Luego, Helga se sentó al borde de la mesa y sentí otra nueva oleada de placer desde mi miembro mientras penetraba su mojado sexo que se movía al compás de mis embestidas y sus gemidos lo acompañaban. Me besó y le correspondí a aquel beso con toda la pasión que podía entregarle mientras me adentraba a todo lo que daba en ella y luego la soltaba para volver a adentrarme. Estaba tan mojada que la entra y salida se me hacía fácil y placentera.

Metí mi lengua en su boca jugueteando con la de ella mientras ahogaba un gruñido de placer dentro de su boca y luego echaba la cabeza hacia a atrás cerrando los ojos por el placer que me provocaba tenerla ahí, poseyéndola con toda lujuria entre sus piernas-Ooogh, vas a volverme loco-Le dije Agarrándola con fuerza de culo y levantándola para dejarla caer en mi miembro con el peso de su cuerpo y luego recostarme con ella encima en las mantas que habíamos dejado con anterioridad en el cuello. Ahora, la luz de la luna nos iluminaba completamente y podía ver a muy bien la perfección de sus senos.-Muévete-Casi había sonado como una orden cuando me quedé quieto esperando que ella se moviera sobre mi miembro y luego al ver su expresión fijé mi atención en uno de sus pechos y mordí con suavidad su pezón lamiendo con ganas sus senos calientes y endurecidos de placer.